Mondo Feriante 2005

Menuda ruina de verano con tanta feria!! Mira que nos gusta gastarnos 9 leros en una maceta de rebujito mientras escuchamos la canción de la "gasolina" esa. Y el caso es que una vez al año no haría daño, pero es que el verano es ir de Feria en Feria y son todas lo mismo. Este año me he chupado tres más o menos gordas, y escaqueado (por diversas razones) de otras de tercera regional. La más freak sin duda fue la feria de Málaga, tan grande e impersonal ella, donde un mediodía arrasamos a base de degustaciones gratuitas. Pero, ay, eso tiene un precio, y es que el ritmo de consumiciones en bebida no pudo decaer en toda la tarde. Un palo importante al monedero. El bizarrismo en la feria lo ponen las atracciones. En Málaga salían atracciones de debajo de las piedras y seguro que había más de un roce entre feriantes (*), puesto que algunas eran virtualmente idénticas: había una que se llamaba "El ratón Vacilón" y otra en la misma calle que, para tocar los cojones, rezaba como "El ratón Vacilón con Gato Comilón". El mismo truño, distinto márketing. Fácil. ¡¡Me imagino vendettas nocturnas y sabotajes entre atracciones, fijo!!

Luego había tres casetas de esas tontas de meterte y que se mueva el suelo. Todavía les estoy buscando la gracia, tú. Una de ellas tenía el inefable nombre de TORRENTE 5. Increible, pero cierto, como constata la foto tirada por Richar para ilustrar este artículo. Las paredes de la atracción estaban pintadas con dibujillos cutrones de Torrente, Gabino Diego (con una cara de mongolo digna del museo del Prado, sección Borbones), Neus Asensi más zorrona que nunca y Mortadelo ¿?. No pregunten. Pero la más alucinante de estas atracciones era la dedicada al "Gran Prix", con diversos dibujos de Ramontxu García a cada cual más grotesco y rimbombante. ¡Ramontxu, que grande eres entre los pueblos desde que dijiste aquello de FELIZ 2005...!!!

(*) NOTA: Descubrimos entre sus furgonetas que más de uno tiene un BMW, comido de mierda, pero BMW al fin y al cabo. Ahora entiendo como Bárbara Rey duró tantos años con el mongolo ese del domador.