HOLLYWEEK IN NEW YORK CITY(6): GOOD FRIDAY,.... PERO BUENO, BUENO, BUENO!

Good Friday en NYC(viernes santo de toda la vida) y último día completo de estancia! ¿Qué mejor manera que celebrarlo visitando Harlem y escuchando misa de negrones para después visitar el Bronx(farruco a tope)? Pues allá que nos fuimos a pasar el día! Por la noche nos esperaba la NBA!, después más cerveza.

Día 7, 14 de abril:

Llegamos a la 125th st que es el corazón de Harlem, es muy similar al downtown de Brooklyn donde la población blanca es minoría, y tú allí te sientes un whitey(blanquito) aunque hay que decir que la gente nos trató de maravilla! Intentamos colarnos en una misa funeral donde se veían negros de traje fino y coches potentes, pero muy amablemente nos remitían a la misa de 11. Seguimos caminando por los alrededores hasta que nos encontramos con el mítico Teatro Apollo, donde tantas voces del soul y de música pop han actuado allí! Por supuesto que las fotos de rigor cayeron y las compras en las tiendas deportivas de alrededor(Champs) también! Finalmente, nos encontramos con una iglesia pequeñita donde nos invitaron a entrar(Soul Saving Station 308 West 124th st), daban un pequeño obsequio a la entrada para todo aquel que quisiera participar en la celebración de Viernes Santo(un boli color morao con un dibujo de una corona de espinas y la siguiente inscripción: Christ wore this crown so you could wear the crown of life! Traducción: Viva el Nazarenoooooo); dentro de la iglesia la celebración del viernes santo era peculiar, había una especie de congreso sobre la salvación de los cristianos por la preciosa sangre de Cristo(crucifixión) por parte de la comunidad afroaméricana de la zona, la iglesia estaba con gran presencia de esta gente y con tres turistas más con nosotros. La emoción se palpaba en el ambiente y hubo algún negrón que al que se saltaron las lagrimas(llanto a moco tendido) al parlamentar sobre la preciosa sangre de cristo, por supuesto que la risión se apoderó de la sala! Como eso iba para largo, tras los primeros cánticos regionales decidimos marcharnos y los dos negros que aguardaban a la salida nos dieron la mano y las gracias por asistir.

Tras un café reponedor en el Starbucks de la 125th con el Malcom X boulevard tirando para el Bronx, salimos en la mítica estación 161-Yankee Stadium ya que en la 149 un amable policía nos dijo que no era buena para ver ni para turistas! No estuvimos mucho por allí ya que el día era lluvioso y no invitaba a estar en la calle, así que tras dar un paseo y tirar unas fotos nos disponíamos a regresar al hostal a dejar las compras, comer y prepararnos para la tarde-noche, pero...

Entramos en el metro y nos dirigimos a pasar el torno; yo paso sin problema, sin embargo la Metrocard de Carmen no le da acceso por ninguno de los 5 tornos, en esto que la ve un chico latino y la invita a pasar con su billete los dos por el mismo torno! Yo que lo estaba viendo estaba sufriendo, pensando que no nos pillen que se puede montar; efectivamente, cuando bajábamos las escalinatas que dan al anden a los diez segundos llega la pestañí y nos da el alto. Los tornos estaban colocados en frente de la una comisaría de policía dentro de la estación del metro(la zona es que fina) y un agente de origen latino y una rubia blanca-anglosajona llaman la atención a Carmen y al chico venezolano para que les acompañen al interior de la comisaría, a mí no me dejan pasar. El poli les echa la bronca, Carmen se justifica porque tiene la Metrocard en vigor y no funcionan los tornos, pero el tío erre que erre! Usted se ha ido con un desconocido y ha accedido a la red de metro sin título, eso en la ciudad de Nueva York es un delito! ¡Multaca de 60 dolaracos! Y al chaval que la pasó de buena fé lo mismo! Por supuesto que revisaron el pasaporte, nos pidieron la dirección del hostal y en fin, comprobando que no éramos terroristas. ¡América es lo que tiene!

Como Carmen es muy viajera y nunca sabe si tendrá que hacer escala en los USA o volverá algún día(tras este incidente se le quitaron las ganas), decidimos tratar de apelar esta sanción y evitar en lo posible pagar la multa. Eran cerca de las 2:30 y había que pagar en mi Fulton st de Brooklyn(sí, en calle renegror). Antes nos acercamos al hostal, dejamos las mochilas y bolsas, llamamos a la compañía de transportes para poner una reclamación y nos dicen que tardarían una semana en darnos audiencia pública con un juez para que este valorase si nos quitaban la multa(como si fueras un malayo, vamos); como nos íbamos al día siguiente decidimos pagar la multa, eran las 3:45 y cerraban la oficina de recaudación a las 4:45, ¿llegaríamos a tiempo? Agarramos el metro y nos deja al principio de Fulton St, eran las 4:30 e intentamos parar un taxi con tan mala suerte de que está lloviendo y no nos paraban. En esto que cogemos un bus y en 5 minutos estábamos donde queríamos, al bajarnos empezamos a correr ya que teníamos la hora pegada, pero decidí pararme, ya que por un momento pensé que era un blanco corriendo por un barrio de negros y que la poli me podría trincar(habéis visto la peli “Grand Canyon”)! Llegamos a la Oficina y cuando estamos entrando un poli nos grita “Sixteen forty four, one minute left”, nos hace firmar en un registro previa muestra del pasaporte y ¡pa dentro por los pelos! ¡Qué tarde de stress!

Tras esta aventura y respirar profundamente, al ser las 5 decidimos dar una vuelta por el Centro y de paso tirar para el Madison Square Garden ya que teníamos entradas para el NY Knicks-Milwakee Bucks de la NBA. Pudimos dedicar un rato a comprar discos en tiendas como el Virgin Megastore y la Tower Records(una autentica maravilla) y comernos un perrito en la calle en los típicos carritos; por cierto están buenos!

La entrada al Garden es rara, entras en un edifico como el de Torre Picasso y a través de éste accedes al Pabellón de Baloncesto, ya que hay como tres escenarios uno encima de otro y cada unos con capacidad para casi 20000 personas(uno para básquet, otro para hockey hielo y otro para conciertos). No dejan pasar absolutamente nada de comida y bebida, además cualquier tipo de bolsa o bolso personal es registrado(igualito que en el campo del atleti), esto es por tema de seguridad y por interés económico puro y duro ya que no hay narices a aguantar más de 3 horas sin tomar nada! Como la Carmen era susceptible de aburrirse le compré un paquetón de palomitas y una cocacola, el cacharro le duró hasta el principio del último cuarto y el refresco pequeño de medio litro, lo normal! Es muy curioso, durante los tres primeros cuartos por los anillos que separan las gradas están continuamente pasando gente vendiendo comida, es una cosa! Las raciones como siempre, chiquiticas!

El partido en sí fue malillo, los Knicks el segundo peor equipo de la Liga y en una de las peores temporadas de su historia y los Bucks eran los octavos del Este(se metieron en playoff)pero tampoco pa tirar cohetes, al segundo cuarto ya ganaban de 20 y emoción poca! La gente empezó a insultar a los jugadores con lindezas como Asshole o Bastards y en los videomarcadores empezaron a mandar mensajes de que estaba prohibido insultar y manifestarse con lenguaje y gestos obscenos ya que te pueden expulsar y ponerte una multa(igualito que en el furbó). Aparte de esto, la emoción estaba en que yo me tiré los dos primeros cuartos gritando “al negrón, al negrón” cuando atacaban los Knicks para que le dieran el balón al pívot(Ed Curry, un jamelgo de 2.10 y de talla 3XL) y tenía a un negrazo en la butaca de al lao, pero el tío no se coscaba ni yo tampoco. Luego nos sacó una foto entrañable a la Carmen y a mí, ¡qué buen muchacho! A pesar del juego, merece la pena ir a un partido ya que no hay un momento de pausa, a pesar de los tiempos muertos, siempre pasa algo en la pista y es puro espectáculo!

Al terminar el partido decidimos volver a casa andando pasando por Little Korea, curioso sitio donde no ves nada más que a gente oriental en las calles y al resto del mundo dentro de sus restaurantes. Llegamos al entrañable garito irlandés “The Hairy Monk” y a ponernos tibios de Rolling´Rocks(entrañable cerveza americana) con el shot de whisky. Enorme cogorza después de bebernos cuatro tercios, y ya bien cargados, en el quinto decidimos pagar dos dólares con monedas de 10, 5 y 1 centavo; 20 minutos contando monedas, fue de traca, el tabernero nos miraba con una mala cara! A las 3 am para el sobre y realmente cuesta mucho subirse a una litera tajao!