EASTER LONDON(III): LONDON WALKERS(CAMINEROS, CARRILEROS, CAMINANTES DE LONDRES)

Día 3, 6 de abril de 2007:

Tras levantarnos tarde y comprobar por la tele que nos iba a hacer un día cojonudo y que Nuestro Padre Jesús el Nazareno, la Virgen de la Expiración y la Hermandad del Descendimiento no iban a realizar su estación de Penitencia por las calles de Linares(soy muy malo y el señor me va a castigar), nos fuimos a desayunar y de ahí a patearnos la city. Hoy era el día elegido para recorrer a pie casi quince kilómetros entre asfalto y la orilla del Tamesis, viendo de cerca y por el día la abadía de Westminster(a la que pudimos entrar y ver casi salir una procesión mitad protestante mitad católica o lo que fuera), ver con detalle el Parlamento, los jardines adyacentes y el Big Ben. Durante el trayecto el entrañable Tomás andaba un poco renqueante o silicoso por la calle, es decir que iba echando los hígados y hubo que decirle que se cortara porque no queríamos que un bobby nos llamara la atención o nos enchironara, además escupir está muy feo. Cruzamos el puente y nos dirigimos hacia la parte sureste de la ciudad para visitar la Tate Modern que es el adalid del arte moderno en Gran Bretaña. Pasamos debajo del London Eye y no subimos ya que había que hacer una cola de dos horas para montarse y no íbamos a perder ese tiempo. Tras caminar casi una hora dejando atrás la Oxo Tower, la panorámica de St. Paul y otras estampas bucólicas llegamos a la Tate.


Allí como siempre mucha moernidá; desde serigrafías Warhol, collages africanos, mucha proyección y perspectivas, cuadros grandes en dimensiones y fuerte colorido y lo más impactante de todo: LA MIERDA EN LATA. Si realmente creías que el arte moderno era una mierda, pues puede serlo. En 1961 el artista italiano, por llamarlo de alguna manera, Piero Manzoni produjo 90 latas con mierda propia, las etiquetó en francés, inglés, alemán e italiano y además las numeró; ésta en concreto es la número 4. ¡Si es que ya está todo inventao! Yo, a pesar de esto, recomiendo la visita.

Tras un par de horitas rodeados de gente y de arte nos marchamos, una vez a fuera nos comimos un perrito caliente de puesto(bastante reguleros, mucho mejor los de la puerta del British) y emprendimos la marcha rumbo al Tower Bridge, el famoso puente de la Torre que es obligado cruzarlo por debajo y fotografiarlo y hasta tomarse un capuchino al lado, es impresionante. Al pasarlo desde la parte sur te encuentras al final con el famoso complejo medieval de las Torres de Londres, pero entre que era ya más de las 5 y que costaba pasar 16 libracas como que para otra ocasión. Desde allí nos desplazamos hacia la city, el centro financiero de la ciudad con los grandes edificios y los bancos(el Lloyd´s, el Banco de Inglaterra, la Bolsa y el Huevo/The Gerkin) y desembocamos en St Paul Catedral, la verdad es que este paseo está bonito, pero una tralla para los pinreles.

Siendo casi las 8 nos subimos a un bus con dirección al distrito Westminster de nuevo, una vez allí atravesamos St James Park con dirección a Buckingham Palace a ver si la señá Elisabeth nos recibía pero ya era muy tarde y como que ya estaba en la hora de la ginebra. Desde allí fotos de rigor(como un mogollón de guiris) y rumbo a Victoria a cenar en condiciones. Nos metimos en un BELLA ITALIA, donde se cena bien pero la corná es grande. Por tres platos principales, a uno por cabeza, y dos botellas de agua de litro 36 libracas(52 eurillos). Desde el restaurante a dejar las mochilas al hotel y al pub de la esquina, el St George´s. Eran casi las 10 y solo nos dio tiempo a un par de pintas antes de que nos echarán las luces y luego a la calle. Sin embargo fue hermoso comprobar como un grupito de 10 británicos iban borrachuzos perdíos y se caían de las sillas, se tiraban fotos haciendo el indio o se les caía un móvil en el vaso.

¡Qué delicia! En fin, ¡el alcohol es un veneno!