S.O.S. desde Coimbra (II)
siguen las aventuras y desventuras del camarada Richar en tierras lusas.
Cómo rajan los latinos: "(...) Un día hablando entre nosotros se nos acerca uno preguntando si somos españoles, era un paraguayo. Otro día se acercó igualmente un argentino, colega suyo. Vaya tela como les gusta criticar a esta gente, ¡van a la yugular!. Por ejemplo: (leedlo con acento) "a esta gente (los portugueses) no se les entiende, no mueven los labios al hablar, hablan para adentro", "el sótano (donde yo estaba) es un criadero de champiñones", "esta cuidad está muy mal hecha, hay que dar vueltas por infinidad de calles que no son rectas para llegar al edificio de enfrente", "aquí no trabaja nadie, están siempre tomando café, tendrán el estómago de hormigón (esto último es apreciación personal). Hablaban de ese tipo de cosas que dan vidilla a las conversaciones. Siempre que hablan de algo van a saco, les faltó poco para decirle a Rebeca que dejara los porros porque tenía los ojos rojos de no poder dormir en la residencia".
La Torre de Babel y el casero showman: "Normalmente estamos rodeados de portugueses, alemanes, franceses, rumanos y brasileños. Si de hablar con todos ellos conseguimos mejorar el inglés podríamos fundar un nuevo método de aprender inglés: "unnatural english", "discover your own english" o "beyond the english speakers". La gente es muy amable, con el primer día de trabajo se nos cambió por completo la perspectiva de la estancia, entre mi compañero alemán de despacho, que está como una cabra, y otros dos franceses recibimos mucha ayuda y ahora estamos en una casa. No es gran cosa pero está muy bien. Es imposible imaginarse un fin de semana en la residencia. Tenemos todos los del edificio un problema de comunicación con el propietario del edificio porque sólo habla portugués, muy rápido, y si no entiendes algo te lo repite mucho más alto. Algunas veces entran ganas de salirse de la casa para poder hablar con él. Hay situaciones que parecen surrealistas. Este tio, que me extraña que no tenga un programa de tv, hablaba con otros inquilinos franceses y la escena era: él farlando portugués, nosotros traduciendo al inglés, sin tener ni idea de lo que decía, y los franceses nos entendían lo que pudiesen. Otro ejemplo más, una noche en un bar, 4 personas: 2 franceses un portugúes y yo. Entre ellos hablaban en francés porque el portugués se defendía un poco, yo con los franceses en inglés y el portugués me dijo que hablará con él en español despacito y me respondería en portugués también muy despacio ... ¡vaya noche!, ya no sabía ni con quien tenía que hablar, en qué idioma (...)".
Pero yo creo que lo más impactante han sido las últimas revelaciones de Richar: "aquí la gente se echa los cubatas SIN HIELO, a palo seco!!!". Escalofriante testimonio, amigos.