Pues sí, hasta ahí mismo estoy de ver, escuchar y leer cosas que por narices de quien lo emite tiene que ser como ellos dicen, pues manda huevos!
Este tipo de hechos se vienen repitiendo desde tiempos ancestrales, pero esta semana que ya tiende a su fin, hay dos acontecimientos que, ya de por sí cansinos, era descarada la tomadura de pelo. En efecto, me refiero a la dichosa Infanta de Naranja y a los “okupas” de Jun.
Vamos a ver, conjeturas monárquicas y megaempalagosas aparte, qué es eso de Infanta Doña Leonor, me lo expliquen. Es que el señor Cantabella(entrañable y carismático director cabronías de cierto instituto del que no quiero acordarme; de Linares Rock City, of course) le ha entregado en la Ruber el título de Bachillerato. Por qué al Froilan, o a la Victoria Fedérica(ese sí es un nombre para una reina), o a los airgamboys (Urdangarín boys) no se les da ese trato. Por que tanta tontería y tanta pleitesía, no ven que esta consiguiendo un efecto contrario entre la gente con criterio, que las ideas republicanas se van expandiendo entre la plebe. La cría, evidentemente, es quien menos culpa tiene, pero la movida montada alrededor ya huele, y sobre todo cansa.
Segundo ejemplo, los “okupas” de Jun. Por qué querer comparar a los Farrucos que han asaltado a la fuerza unas casas con sus propietarios dentro, realizando un acto vandálico y delictivo, con el movimiento okupa. Con esta ideología podemos estar de acuerdo o no, pero están bajo unos parámetros y unos ideales, entran dentro de edificios abandonados, los rehabilitan, realizan manifestaciones culturales alternativas y tienen un carácter pacífico(aunque con excepciones). En cambio, los Farrucos se guían por la ley de “ole mis huevos toreros”, llegan con sus BMW, Mércerdes y monovolumenes cargados de colchones, sofás y televisores de plasma, amenazan a los propietarios, al alcalde y por la tremenda patada a la puerta; y ya el remate es que cuando los echan se van a viviendas que tienen en propiedad en el polígono Almánfayar en Gránada. Aparte de que todos ellos cobran un salario social, que no digo que no tengan derecho pero los okupas no lo reciben. Mi pregunta: por qué tanta tontería con la etiqueta okupa y no llamar a las cosas por su nombre? Ya se que se parecen en su afición por los cigarritos de la risa, pero algo más?
Pues esto en sí, que son dos menudencias comparadas con cosas importantes, pasa todos los días a diario, nos venden las historias como quieren y hay que andarse con cuidado. Desde aquí, a los amiguetes de qué Ruina, que los veo poco participativos últimamente, os animo a que manifestéis ejemplos flagrantes de este tipo de manipulaciones. Para finalizar propongo la siguiente pancarta que diría:
NI MONGO, NI CIEGO, NI SORDO, BASTA YA!